EL RENACIMIENTO DE LA ANAMORFOSIS, UNA TRAMPA «MANIERISTE»

Con un poco de cerebro, nada más un poco, dicen los entendidos en la materia, que el humano y también el gato (según Thorsten Wiesel y David Hubel, Premios Nóbel de Fisiología y Medicina), tienen neuronas especialistas en la reconstrucción de planos en milésimas de segundo; pero también en la distorsión. Es por eso que podemos clasificar los tamaños a diferente distancia, saber que un jarrón es más grande que las flores y dentro del mismo espacio distinguir cual pétalo es más pequeño que otro.

En pintura y escultura, a veces, a esas cosas de la ciencia le dicen proporción. Los filósofos le llaman simetrías; los publicistas, aquellos finos creativos que sin querer se cagan en el arte, piensan que una foto tiene encuadre y perspectiva; los cineastas hablan de planos, picada y contrapicada y los que se dedican al análisis del espacio pictórico y también algunos daguerrotipistas del futuro, se apoyan ahora, y con ayuda de la tecnología en la dizque, composición axial y la dizque, composición secuencial.

Sin ofender a nadie, todo es lo mismo! Y hablando de distorsiones, ahí les vá algo que está en un diccionarillo que se especializa en terminología Arqueológica y de arte, el Fatás y Borrás.

La
anamorfosis
es un tipo de «repre-
sentación de un objeto, de tal
modo que existe una deformación de
la perspectiva que obliga al espectador, para
obtener una visión correcta, a colo-
carse en un único punto la-
teral determinado des-
de el que ésta
es posi-
ble».

El galo Stephan Mallarmé fue de los primeros en proclamar esta forma en los escritos, y una de las más grandes «opus» literarias en este campo fue rescatada en la descomunal A bordo del polen, por el poeta universal Antonio Zambrano, quien es considerado como el padre de tan extraño arte, «La Poesía Cibernética.»

Definida la Anamorfosis en el estribillo anterior, nos metemos de lleno a la problemática que nos atañe, vista ya su importancia en todas las bellas artes, nos queda por observar, la distorsión de Da Vinci (en el cuadro animado de esta pagina), que nos da una idea cerebral de lo que el pintor que maneja el dificilísimo trueque de la realidad, imagina; en una concepción sublime y al final, termina expresándonos.

Por tanto, la deformación intencionada de la figura artística es el sustrato característico del Manierismo (s. XV y XVI ). En esta época los pintores como W. Scrots, con su retrato de Eduardo VI de Inglaterra, (1546) se interesan por la complejidad en la representación de los objetos, por las visiones deformantes como las producidas por espejos convexos, por el carácter ilusionista de las formas.

Percibir al encuadre en la traducción signológica y cerebral de las imágenes implica considerar una perspectiva albertina. Recordemos que todos no vemos las mismas figuras. NO son las mismas perspectivas las del holandés Maurits Cornelis Escher, al principio de su carrera, que después de haber estado trabajando con su Cinta de Moebious. Ni siquiera el mismo cerebro puede archivar la misma perspectiva en diferentes estados. Rubik así lo hizo saber. La imagen en perspectiva es directamente proporcional a la relación del ojo con la memoria espacial y tiene carácter intemporal.

Y si lo vemos en un contexto social, la perspectiva pictórica actual deviene de pilares renacentistas, cuando Piero Della Francesca, «jolbain» el hijo de Holbein, El Greco, Durero y hasta el tal «Dabinchi…» en su estudio de las proporciones, plasman las formas representativas que fijan un punto de vista según las diferentes conformaciones del cuerpo humano y el punto de fuga según la mirada dirigida a un objeto.

Para el artista que concibe a la distorsión como una realidad lógica antes de expresarla, no hay obligación objetiva para la continuidad pero si para la representación en perspectiva. En su constante búsqueda, «el ojo cerebral» se sumerge en la representación esquemática, ya sea, sin perspectiva, o bi-planar; explotando, por ejemplo, las oposiciones entre lo difuso y lo nítido. Y la forma más viable de huir de la perspectiva geométrica es «crear» premeditadamente en dos dimensiones y no en un plano tridimensional. Otra posibilidad es desplegar varias perspectivas en un solo plano, simultáneamente, como es el caso de la anamorfosis o el desencuadre. Otros recursos plásticos como la composición y el ángulo de encuadre y su posicionamiento, se consideran en relación estrecha a la perspectiva.

La composición (dentro de la relación ojo – cerebro, de lo que el pintor quiere expresar hacia su espectador) se presenta de manera bastante estereotipada, yendo de la composición axial a la composición focalizada o secuencial. A su vez, el ángulo de encuadre puede confirmar o sorprender nuestras expectativas, asumiendo dos tipos codificados: el picado -aplastante- y el contrapicado -magnificante-, aunque estos también pueden ser reinterpretados de manera inversa según el juego significativo.

En el caso de M.C.Escher, en «Reptiles», vemos las tres perspectivas. En su cuadro de «tres ambientes», donde confluyen aire, agua y tierra, es un solo plano. No se diga en la mayoría de su obras donde lo convexo y lo cóncavo se pierde en gran magnificencia. Piero della Francesca, dibuja impresionante retrato cardenalicio con ciudad pequeña y «jolbain», el chamaco, (1497-1593), no se queda atrás en sus «embajadores» (1536), colocando más grande al emisario del rey, que al nuncio papal, mientras que el mapamundi, el laud, el compás y otros elementos que representan las 7 artes liberales son minimizadas, diríase: opacadas por el poder de los personajes.

Este tipo de cuadros solo son apreciables con un espejo curvo, (Escher, acabo con el mito en su obra) o mirando el cuadro desde un punto del borde lateral derecho y lo que encontramos es el cráneo de la foto, con el que pretende » Jans Jolbain» el chamaco, burlarse de la pompa ceremonial reinante en las ostentosas cortes reales de sus tiempos. (la paráfrasis visual de la muerte sobre la sabiduría y sobre lo banal, frívolo y efímero del poder, junto a la antítesis de la vida: la ceguera de la vanidad!)

La anamorfosis, o imagen distorsionada por una deformación de la perspectiva es retomada actualmente por varias escuelas, como la de nuestro espermatozartista destacado Luis Rikaurthe, con su vanguardista «A ras de piso». Pero también de forma espectacular y original por el maestro Julian Beever. a quien vemos en acción por las calles de todo el mundo haciendo que la gente lo pisotee.

El cerebro de los artistas que en este audaz estilo sobrepasan y retan la realidad, parece trabajar tal y como el diagrama en cuadrícula lo muestra.

 

Un primer plano, con los trazos del objetivo a distorsionar, y un segundo boceto alargando, o dando la forma deseada a las casillas estrechando los tramos en un sentido y prolongándolos en el otro; para finalmente, obtener un objeto que a simple vista, no es reconocido de manera sencilla. Itszvan Orosz, esperamatozartista destacado, tiene un video para ustedes de como es la tal anamorfosis.

Self-Portrait of Escher in an Anamorphic Cylinder

Lo interesante del renacimiento, o de la misma escuela «manierista» y de los pintores contemporáneos, es que en ella plasman no solo el recurso de su creatividad, sino el constante reto a la imaginación y de paso a la óptica física, dejando un campo abierto a que de nada sirven los telescopios astronómicos – y el descubrimiento consecuente del cosmos- si no se tiene en cuenta, la percepción de algunos cerebros por transformar la realidad en el concepto filosófico de: la única verdad que tenemos, es la distorsión de la mentira y viceversa!

• Stefano Zuffi. La pintura renacentista. Milán: Electa; 2000: 262-269.
• Oskar Bätschmann. Hans Holbein el Joven. In: Summa Pictorica. Historia Universal de la Pintura. Barcelona: Editorial Planeta; 1999; tomo V: 225-239.
• Rose-Marie y Rainer Hagen. Los secretos de las obras de arte. Colonia: Taschen; 2001: 134-139.
• Kandel Erik. Schwartz J, Jessel T. Principles of Neural Science. McGraw-Hill/Appleton & Lange 2000 cap 21
• Fatás, G. Y Borrás, G.M «Diccionario de términos de arte y arqueología»,
  Alianza Editorial. Madrid 1.980.

~ por espermatozarte en agosto 29, 2007.